La artista chilena Yánet Bustamante entrevista al español Antonio Gualda Jiménez: "EL HUMANISMO QUE NOS VIENE"
La artista chilena Yánet Bustamante entrevista al español Antonio Gualda Jiménez:
"EL HUMANISMO QUE NOS VIENE"
La artista chilena Yánet Bustamante entrevista al español Antonio Gualda
EL HUMANISMO QUE NOS VIENE
Yánet Bustamante, artista y docente natural de Punta Arenas, residente en Villarrica, y egresada en Arte por la Universidad Católica de Temuco, efectúa en este documento una disección del universo mental del humanista español Antonio Gualda, ante los próximos acontecimientos por los que parte del trabajo emanado de Gualda aterrizará, de manera estable, en Chile.
17 de julio de 2009
por Yánet Antonia Bustamante Palma
Profesora de Arte en la Universidad Católica de Chile.
YÁNET BUSTAMANTE: Alguien escribió, acerca de usted, que tiene tres cabezas...
ANTONIO GUALDA: ¡Algo monstruoso, sin duda! -(Risas).
Y. B: ¿Le gusta reírse de sí mismo?
A.G: No siempre. Pero eso de "tener tres cabezas" sí me hace gracia... Yo siempre creí que, más bien, mi cabeza parece "un cabezón de tortuga gigante"...
Y. B: En el que, según publicó la revista española "Ritmo", en 1985, cabe una gran mente poliédrica y, como diría el "divino" Dalí, "es como los ojos de las moscas, pues pinta, escribe y compone; y, además, todo lo hace bien"...
A.G: Ésos, creo, fueron unos exagerados elogios... Es cierto que intento hacer bien todas esas cosas. Pero nunca sabré, a ciencia cierta, si realmente las hice bien. Si la felicidad es el camino, entonces sí puedo decirle que estoy feliz de haber elegido ese camino plagado de intentos...
Y. B: Al parecer, no se conforma con todo eso: también ha inventado y desarrollado complicados y divertidos juegos de inteligencia, como el Ajedrez Circular, el Ajedrez "Annus Horribilis", etcétera... Por no hablar de sus muchos proyectos arquitectónicos para embellecer la ciudad que le vio nacer... ¿También es usted arquitecto?
A.G: No; no... Mis ideas arquitectónicas sólo son eso: ideas. Para llevarlas a la práctica, sería necesaria la concurrencia de los mejores técnicos especialistas del ramo...
Y. B: Pero ha llegado a diseñar y a registrar un buen número de esas "ideas", con abundancia de esquemas e indicaciones técnicas. Por ejemplo, el "Mega-Estadio-Olímpico", o su sonado proyecto para la catedral de Granada...
A.G: ¡Mmmhhh! Esas indicaciones de tipo técnico no llegan, en ningún caso, a colisionar con lo que sería el trabajo que tan bien conocen los arquitectos técnicos. Al llegar a ese punto fronterizo, me detengo... Ellos son los que conocen bien los modernos materiales, y los que, realmente, pueden efectuar los adecuados cálculos para que, si se llevan a la práctica los desarrollos de mis ideas básicas, no se caigan los edificios, ni se derrumben los arcos diseñados para las rotondas que ahora proliferan.
Y. B: ¿Como cuando escribe una complicada partitura sinfónica?
A.G: ¡Exacto! Para este último caso, dejo bien indicado cómo se debe interpretar mi música. Pero la palabra final la tienen los directores de orquesta y los instrumentistas. De ellos depende que la obra musical "se caiga" o se mantenga en pie para siempre.
Y. B: ¿Verá realizadas algunas de sus ideas arquitectónicas?
A.G: No lo creo... "Tocar" algo, en mi ciudad, es bastante complicado, si se ha nacido en la misma y "se va por libre".
Y. B: ¿No le da pena...?
A.G: No más de la que pudo sentir el mismísimo Leonardo, al morir sin llegar a ver cómo muchos de los artilugios que proyectaba no llegaron a materializarse mientras él vivía...
Y. B: También le han dicho a usted, en numerosas ocasiones, que "es el Leonardo da Vinci del Siglo XXI".
A.G: Y del siglo XX, je... Bueno: lo que creo es que la gente que me quiere suele exagerar mucho...
Y. B: ¿Le quiere mucha gente en su ciudad?
A.G: La gente llana, sí. Me refiero a la que no tiene altas pretensiones. Esta clase de gente suele conversar conmigo en plena calle, o en pequeños comercios, en los bares, en los taxis... Y me pregunta por tal o cuál trabajo mío...
Y. B: Siempre anda usted diciendo que, para usted, la música, la pintura y la literatura (artística) son la misma cosa...
A.G: Básicamente, sí. Una misma idea artística puede plasmarse de muy diversas maneras, como la música, la literatura o la pintura. Depende de los materiales que escojamos para plasmarla. De hecho, yo mismo tengo desarrolladas varias ideas artísticas a través de las técnicas de esas tres disciplinas. Al igual que una idea pictórica o plástica, por ejemplo, se puede plasmar utilizando el carboncillo o carbonilla, los acrílicos o los óleos.
Y. B: ¿Quiere decir, eso, que es usted un ser sinésteta?
A.G: No lo sé. Los doctores de la sinestesia son muy rigurosos. Aún así, me dieron la oportunidad de expresarme ampliamente en el Segundo Congreso Internacional de Sinestesia. Desconozco si, finalmente, me diagnosticaron como sinésteta; lo que sí sé es que se lo pasaron muy bien conmigo...
Y. B: Básicamente, pues, usted es un compositor...
A.G: Tampoco lo creo. Más bien, me gusta autodefinirme como "expresador artístico".
Y. B: Pero, mundialmente, se le conoce más en su faceta de compositor...
A.G: Eso sólo se debe a que, en los últimos años, el enunciado del concurso internacional de artes plásticas que lleva mi nombre, contiene el término "compositor". Sin embargo, mi producción (por ejemplo) literaria es tan amplia como mi producción musical sinfónica. O, quizás, más. El hecho de que no haya dedicado, apenas, esfuerzos, a la tarea de publicar mis obras literarias, no me hace menos escritor que compositor o que pintor.
Y. B: La gente, el público, suele asociar a la idea de escritor el hecho de que tenga muchas obras publicadas.
A.G: Eso no obedece a criterios de calidad, sino a criterios, digamos, económicos. Si nos atenemos a éstos, podríamos decir que los "best seller" constituyen la mejor literatura actual. Pero todos (espero que seamos
todos, realmente) sabemos que hay otra literatura de mucha más enjundia y calidad, que apenas se publica, porque no se aviene a las normas del mercado y de la publicidad.
Y. B: La suya: ¿es literatura de calidad?
A.G: ¿Cómo podría saberlo? Lo que sí sé es que no se parece en nada a la de los "best seller"... Pero es muy abundante, profusa y... la trabajo muy a fondo...
Y. B: No me estará diciendo que se dedica a escribir "ladrillos" indigestos...
A.G: Si han conseguido digerirlos, divirtiéndose, a la vez, muchos miembros de mi familia y artistas de mi entorno, entonces me inclino a pensar que lo que escribo puede leerlo cualquier persona de una cultura media y no mediatizada.
Y. B: Aunque no le gusta que lo metan en compartimentos estancos, como podrían ser los de escritor, los de pintor o los de compositor, ¿podría decirme, de todas sus actividades, cuál es la que le causa más satisfacción?
A.G: Las que he conseguido revertir en los seres humanos, de manera que les haya ayudado a indagar, a profundizar en su propio pensamiento o a, en definitiva, conseguir mejorar -tan sólo fuese un gramo- como persona.
Y. B: ¿Podría precisarme un poco más...?
A.G: Tal vez, mi sempiterno empeño de intentar hacer que mis alumnos hayan conseguido desarrollar mejor sus propias e innatas cualidades, utilizando el consabido método mayéutico...
Y. B: ¿Qué...?
A.G: Concretando un poco, podría decirle que me hace muy feliz el saber que en los años ochenta del pasado siglo puse en práctica la enseñanza de la composición musical -dígase, culta- a un numeroso grupo de alumnos muy jóvenes; hasta niños... Utilizando, como le decía, el método socrático... Ahí está ese montón de obras sinfónicas, de distintas extensiones y tendencias que aquellos niños llegaron a parir por sí mismos, habiéndose estrenado públicamente un buen número de ellas. En ciertos casos, he sentido envidia de algunas de esas composiciones.
Y. B: Y, ¿más recientemente?
A.G: Ahora estoy intentando revertir en la sociedad el "producto" de varios años de trabajo desarrollado mediante el concurso internacional de artes plásticas que lleva mi nombre. Si lo consigo, eso será muy bueno para los artistas, numerosos, que han colaborado en el proyecto. Y, además, distintas ciudades podrán beneficiarse de esa concreción.
Y. B: Y, usted: ¿dónde se queda usted?
A.G: En el camino. Siempre creí que soy un corredor de fondo, con destino a ninguna parte.
8 Copyright by Yánet Antonia Bustamante Palma.
Profesora de Arte en la Universidad Católica de Chile.
VILLARRICA, Chile.
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